Ansiedad

Trato de evitar de hacer un balance de fin de año, porque me parece que es obligado... de hecho estoy todo el resto del año balanceándome acerca de lo que hago y dejo de hacer... (recomiendo un balance simpático).
Así que, a falta de balance y a pocas horas de empezar mis vacaciones, he de gritar a todos los mundos:
¡¡¡¡ NO SE PASAN MÁS ESTAS HORAS!!!
Ayer estaba dudando del origen de mi ansiedad: el hecho de ver a Yvy (mi sobrina de 5 meses); serán los días en Salta que me esperan; será el fin de año en el medio del campo chaqueño; será el hecho de alejarme de Sarita; el pasar de los días con mi compañera sin preocuparnos por el estudio, el trabajo, el despertador; el dejar solo a Felipe por 15 días; el hecho de simplemente no ir a trabajar; de tener tiempo para pensar la planificación de los proyectos... no sé... quizá sea todo eso junto... la cosa es que tengo ganas de que empiece ya... y las malditas agujas parecen estar más pesadas que en el resto del año.

PD: Gracias a tod@s los que pasan/pasaron/pasarán por mi laberinto. Nos leeremos el año que viene... pasenla bien, y a no desanimar.

La escena de los viernes

Inauguro en este solemne momento una sección en el incalculable laberinto de mi vida, hecho blog...
Empiezo con la escena de una peli que me gustó mucho que es "Martin H"...
La vi el otro día en un blog, pero sepa disculpar (ese/a que lo puso en su blog) no me acuerdo cuál es (estoy medio limado, y esto de andar deambulando por la atmósfera blogueril, en algún momento te desubica y no sabés por dónde andás).

Acá va... todavía no sé si estoy de acuerdo con lo que dice Luppi acerca de la patria, todavía estoy debatiendo conmigo mismo, pero está bueno... por lo menos para debatir...


¡Llegó el correo!

Está claro que le impersonalidad del correo electrónico y las nuevas tecnologías es indiscutible...
Ahora por Narrativa tengo relación con miles de cuentas de correo electrónico, de personas que no tengo idea quiénes son... ni siquiera si existen... y en este trato novedoso, me encuentro con un par de cosas que me llaman la atención:

Estos son 2 correos automáticos recibidos...

Un rechazo rotundo, tristísimo

Your message
To: xxxxxxxxx
Subject: xxxxxx
Sent: Wed, 17 Dec 2008 17:40:19 -0200 was deleted without being read on Thu, 18 Dec 2008 09:24:17 -0200
(En negrita dice "Fue borrado sin haber sido leído") :-( (Por lo menos decime algo, contame qué nos pasa, hablemos, charlemos, no te vayas así nomas, sin leerme)

Una noticia tremenda

A partir del día lunes 4 de febrero Daiana xxxxx dejó de pertenecer a xxxx Factory. Por temas laborales comunicarse a administracion@xxxxfactory.com.ar.

(Pobre Diana che... mirá cómo nos venimos a enterar... igual, para mí es demasiada información eh)


Y organizando los contactos me encuentro con contactos re-grossos:

- diegomaradona22@xxxxx.com (¿Que posibilidades hay que digote tenga esta casilla?)(¿Quiénes son los otros 21 que pusieron el mismo nombre?)
- luladasilva@xxxx.com (Mh... debe tener una casilla con .br... quizas usa ésta para piratear con msn)(ooopss... ahora saben qué hay detrás del xxxxx)
- pabloruiz01@xxxx.com (Bueno... de este no hay 22... Minerva te banca igual)

La plata de Sarita

Sarita cuenta plata denodadamente como si le fuera la vida en ello. Tiene billetes en la mano, en el regazo y sobre la mesa... y como puede, utiliza una calculadora que tiene cerca.

- Sarita: dos mil... tresci... cuat...quinientos... más... dos... no... cuatrocientos... Ahí está... cinco mil setecientos...


Junta los billetes esparcidos... parece aliviarse... pero no... ¿qué llega ahi? ¿será? ¿sí?... SSSííí!!!! La duda!!!!!!!


Sarita: Pero, no, no conté los dolares... ¿o sí?... ¿Vos me viste? Porque yo tenía.. a ver... Acá hay dos mil doscientos ¿no? Bueno... entonces... ay, me perdí...


Y empieza a contar de nuevo cada billete... sí, sí... porque no basta con que los fajos tengan un papel que indique la cantidad que tiene (escrito por ella misma)(cuando había contado antes)(4 minutos antes)... ella tiene la necesidad de contar...

Sarita termina de contar... chequea y aparentemente la caja está bien... cierra todo...


- Sarita: Ya está, hay seis mil quinientos... más lo que trae Virgilio... que son... (usa la calculadora) novecientos... pero... ¿los dolares los conté? Porque si no me sobra plata...


Sarita vuelve a contar desde cero... todos los papelitos que indican la cantidad que tiene cada fajo van a parar a la basura porque hace unos nuevos... con los mismos números, claro, pero nuevos... mas confiables (¿?).


Finalmente se da por satisfecha... la caja cierra... de más está decir que cuando llega Virgilio ella tendrá que contar de nuevo toda la caja... y sorpresivamente para ella la caja sigue estando bien... como hace 3 minutos antes que llegara Virgilio, como hace 7 minutos cuando ella contó, como hace 17 minutos cuando ella contó... y así...


Sarita: ¿Por favor, vas a pagar el alquiler?... Fijate, creo que está bien la cuenta... no sé si sumé los dolares... ¿podés contar la plata?.

El tren de las 12:05

Era siempre el mismo tren. Esa cosa de la practicidad de la rutina... sabía que llegaba justo a tiempo a la facultad.
Nunca fui muy metódico en cuanto al viaje (salvo por el horario), quiero decir que no importaba por qué puerta entrara o si buscaba sentarme o no... en esta clase de liviandades no tengo problemas en improvisar.
Pero ese día me subí en el primer vagón...
Creo que iba leyendo algo cuando por curiosidad, en Ballester, levanté la mirada y vi entrar a Lorena.
Ella es la hermana de un amigo, con la que había tenido poco trato (por ponerlo en términos positivos), pero que sin embargo había dejado un rastro en mí... bonita, interesante...
Con el menor de los recaudos y la torpeza intacta, me acerqué a saludarla... que se acordara de mí y que no la incomodara mi presencia fueron datos reveladores y tranquilizadores.
Descubrí así que por un tiempo habíamos estado compartiendo viaje sin saberlo... incluso compartíamos la estación de destino, es que la escuela donde ella enseñaba estaba a unas cuadras de mi facultad.
Entre Borges, Dolina y Silvio Rodriguez se basaron nuestros primeros diálogos... de los dos últimos podía yo conversar alguna cosa medianamente interesante, pero del primero no podía mas que repetir algunas ideas escuchadas y comunes... así que luchaba para que mi pose postadolescentepsedointelctualoide se mantuviera activa...
Los días/trenes/viajes transcurrían... y con ellos la rutina de nuestro encuentro...
Debo reconocer que me gustaba... así que el comentario que me hizo (alguno de esos días) acerca de la ruptura de la relación con su novio fue una bocanada de frescura en mi humanidad...
Sabía que estábamos cerca de su cumpleaños... las estrellas se habían alineado... el destino me estaba guiñando un ojo... era el momento indicado para hacer el movimiento correcto... tenía que planearlo bien... ser sutil, sensible pero concreto, directo... no podía dejar pasar la oportunidad...
Así llegué a ese día... en mi mochila, escondido, un libro de Dolina dedicado por él, para ella...
El plan era preciso... yo la acompañaría hasta la escuela y al despedirla sacaría el regalo y se lo daría sin más... seguramente diría algo cursi y me iría tranquilo, y la dejaría pensando en mí, en ese gesto...
Efectivamente la acompañé hasta su escuela... pregunté qué regalos había recibido, eso me daba pie a que le diera el mío... mientras yo abría la mochila en busca del libro escuché que me decía que su novio le había regalado el último libro de Dolina...

Por unos momentos caminé mirándola hablar pero no escuchaba qué decía... cerré mi mochila disimulado y me despedí como si nada hubiera pasado...

Al día siguiente... el mismo tren... pero no la esperé en el primer vagón... la vi entrar... después de un rato me acerqué a ella con una hoja en la mano...
- Ésta es la única diferencia entre el regalo de tu novio, y el mío... que la pases bien. - Dije, dejándole la hoja y alejándome de ella para siempre.
En la hoja con letra apurada se leía:
Lorena:

¿Es siempre el mismo libro?

Alejandro Dolina

Desde ese día me tomé el tren de las 12:12.

Sé que tengo que arrancar...

... pero encuentro este video y y no quiero que el lunes me empuje...

Revolución interior

Siempre fuí (soy)(¿seré?) muy crítico acerca de mi actuación en ciertas cuestiones en las que tengo opinión formada, en las que a veces hablo y en las que pocas veces acciono... me refiero a cuestiones sociales... es que, en mi pequeño mundo aburguesado y sin mayores contratiempos me veo casi siempre inoperante para la causa de aquello que me parece justo...
Alguna vez, mi hermano (que sí puede hablar con conocimiento de causa), me dijo que cada uno puede hacer cosas en su ámbito que sumen a un proyecto conjunto... no sé si lo dijo como hermano mayor para que me sientiera mejor... pero me tranquilizó...
Quique Pesoa dijo "Pues bien, llegó el momento de reconocer la derrota. La guerra la perdimos. Nos quedan algunas batallas cotidianas por librar."
Y allí me encontré yo... en un barrio hecho por una cooperativa de trabajadores... en un radio comunitaria que ese movimiento instaló... grabando un programa de Historia... y me sentí, por un momento por lo menos, conciliado conmigo mismo... sé que es poco, puede que muy poco... pero algo.

Sarita Express

Escena 2
Int. / Local de venta /Día

Sarita y Él comparten mate y ámbito laboral, pero nada más. Ella habla por teléfono mientras Él mira atento el monitor y se encarga del cebado. Sarita cuelga y se queda esperando un mate. Después de unos segundo, Él, se da cuenta y se lo da.

Sarita: Ay, mi sobrina aprobó... ya le quedan pocas materias.
Él: (sin mirarla) ...
Sarita: ¿Qué es lo que estudia ella?

Él no cree haber escuchado bien. Duda. ¿Acaso Sarita le preguntó a él qué estudiaba la sobrina de ELLA? Persona que Él, no tiene el gusto (?) de conocer.

Él: (sin mirarla) ...
Sarita: Eso... ¿Qué es lo que estudiaste vos?
Él: (sin mirarla) Producción de radio.
Sárita: (contenta ante la revelación) Eso!... prod... com... eso... deportivo ¿puede ser?
Él: (sin mirarla) ¿Periodismo deportivo?
Sárita: Eso, sí... lo mismo que vos.

Cortázar (Actualizado para escuchar) (again)

Debo reconocer que no leí demasiado de Cortázar... cosa que no me enorgullece, claro...
Di con estos audios y quería ponerlos... hay algo que me gusta mucho de los escritores que leen sus propios textos, que disfruto... porque le ponen los énfasis o dicen las palabras como ellos las escribieron... y eso está bueno notarlo...
Adelante don Julio, lea con esa "r" arrastrándose, rebelde...





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Sarita Express

Escena 1
Int. / Local de venta / Día

Sarita luce aburrida. Toma una manzana del escritorio y le da un mordisco que de tanto que abre la boca casi la deja con parálisis facial. Gira el cuerpo, agarra el teléfono y marca un número al mismo tiempo que le da a la manzana otro mordisco de igual osadía al anterior.

Sarita: Ay... me agarraste con la boca llena...

Tan lunes...

Hay días que son así... digo, días en que me enoja todo... no hablo ya de el hambre, las injusticias sociales, la hipocresía o la mentira... bah, sí, eso también me molesta, como siempre...
pero en estos lunes, me molesta todo el resto... que el colectivo no me tome las monedas, que el agua caliente no esté tan caliente para el mate, que el cliente tenga razón, que el día esté como para llover pero que no llueva, que el calor se sienta hasta en la respiración... no quiero estar acá y lo hago notar... no quiero hablar con nadie... no quiero escuchar a nadie... sé que no tengo razón, que soy un amargo, malhumorado, antipático y malaonda... pero no soy yo... es que es tan lunes.

En búsqueda del mejor problema

Los que siguen este blog conocen a Sarita... bueno, conocen algunas facetas de ella... porque en realidad no creo que haya alguien que realmente la conozca...
Entre sus originalidades, la que más distingo, la que le saca varios cuerpos a todas las personas que conozco, es la de buscar y encontrar rápidamente un problema que suplante a todos aquellos problemas que corren peligro de ser resueltos...
La renovación del alquiler del local donde trabaja, fue el centro de preocupación al que volvía cada 27 segundos en estos últimos tres meses... creía que corría riesgo su trabajo (y no es que trabaja en General Motors) o que la iban a relocalizar en el conurbano bonaerense (que en esa loca cabecita, es terreno sioux)... pero no... los jefes hicieron frente a la situación y pagaron las ridículas sumas que hay que pagar para renovar el alquiler en la zona (ridículas por lo abultada de la suma, y ridícula por lo poco que le significan en sus ganancias anuales)... ¿y Sarita respiró contenta?...
No, no señores... porque esas preocupaciones que parecen desvanecidas, se retroalimentan, mutan y se cosifican en unas nuevas... que pueden ser pequeñeces (hoy no sabía si comer una segunda ensalada de frutas o tomarse un café de almuerzo), o cosas realmente profundas (como si va a ir a la reunión de despedida de la Empresa porque es en Ezeiza)(Sioux)... pero claro, la renovación trae calma, seguridad ¿?, pero también trae aumento de alquiler, y eso, sabrán, es la preocupación que respira, siente, vive Sarita cada mes...

Elogio de la discusión

En muchas cenas familiares he escuchado la frase "no discutan", o peor "mejor no hablemos de eso, que es para discutir".
Es que, en una sociedad machista, patriarcal, católica y moral, la discusión, el hecho de levantar la voz e, incluso, el estar en desacuerdo, están mal vistos.
Hay que tratar de tener un opinión lo más liviana posible, permeable, disimulable e incluso lo ideal sería no tener opinión.
Pero no, yo quiero discutir, quiero que hablemos de todo, mostrémonos, seamos honestos con nosotros mismos. No solo estoy de acuerdo, sino que a veces lo busco. Es que creo en serio que podemos crecer en el disenso (como dice alguien en radio), está bueno que alguien confronte tu cosmovisión porque te da la oportunidad de repensarla y confirmarla.
Claro, no es que ando discutiendo todo el tiempo y con todo el mundo porque sería desgastante... es que están aquellos con los que la discusión no conduce a nada, porque no escuchan, porque sabés que no les interesa repensarse, porque no dan lugar a estar equivocados... de esos paso de largo.

El miedo global

Los que trabajan tienen miedo de perder el trabajo.
Los que no trabajan tienen miedo de no encontrar nunca trabajo.
Quien no tiene miedo al hambre, tiene miedo a la comida.
Los automovilistas tienen miedo de caminar y los peatones tienen miedo de ser atropellados.
La democracia tiene miedo de recordar y el lenguaje tiene miedo de decir.
Los civiles tienen miedo a los militares, los militares tienen miedo a la falta de armas.
Las armas tienen miedo a la falta de guerras.
Es el tiempo del miedo.
Miedo de la mujer a la violencia del hombre y miedo del hombre a la mujer sin miedo.
Miedo a los ladrones, miedo a la policía, miedo a las puertas sin cerraduras, al tiempo sin relojes, al niño sin televisión.

Miedo a la noche sin pastillas para dormir y miedo al día sin pastillas para despertar.
Miedo a la multitud, miedo a la soledad.
Miedo a lo que fue y a lo que puede ser. Miedo a morir, miedo a vivir...

Eduardo Galeano

El baile y yo

No tengo buena relación con el baile... no es que esté en contra... bah, sí, a veces sí.
Cuando la coreografía es más importante que el oído, me molesta... esos que bailan tango y se enredan las piernas, y giran como muñecos endemoniados, lanzando patadas como un defensor de fútbol, eso sí me fastidia porque eso no es bailar... eso es un acto gimnástico...
Nunca voy a tener ganas de bailar... obviamente que me muevo, y muevo las piernas si la música me lleva, pero me refiero a que nunca va a estar en mí ese llamado a levantarme de la mesa en un casamiento, por ejemplo.
He de blanquearlo aquí, soy de los peores bailarines... no en cuanto a calidad (aunque estaré peleando los últimos puestos seguro), me refiero al peor tipo de bailarines... esos que se avergüenzan de su falta de destreza... esos que pierden la dignidad tratando de bailar en el amontonamiento de gente como para disimular su ineptitud bailarina.
Porque hay quienes bailan mal, pero no les importa nada y se divierten y hacen divertir al resto... se involucran en grupos, arengan, pasan así el momento... yo no.
Es que quiero decirlo, no sé qué se hace con las manos... todos con las manos en el aire, las pelotas, no tengo ganas... a veces, tomo a mi compañera y de esa manera las ocupo pero si la coreografía no implica el agarre de manos, o si ella insiste en hacer palmas con las manos arriba, yo me quedo con mis miembros inutilizados... meter las manos en el bolsillo, no da... estar todo el tiempo acomodandome el pelo, tampoco... entonces me quedan ahí, flotando torpemente en el aire... señalando algún tío borracho o agarrándome el botón de la camisa... La gracia del baile me ha sido esquiva, llegué a la conclusión que hago el mismo paso para cualquier música que el Diyei de turno pase.
Intento de manera poco feliz copiar el paso de los vecinos de pista, pero la verdad es que no sé cómo hacen para mover esas partes del cuerpo de esa manera... el mío se mueve casi como una pieza única, como un adoquín con pies.
También es cierto que soy peligroso para el resto de los presentes... es que en mi torpeza ilimitada provoca choques masivos con los transeúntes ocasionales... y ni hablar de aquellos que se asustan por los movimientos espasmódicos, temiendo por mi salud...
Así que no, no me siento cómodo, y no me vengan con esa verdad de perogrullo que hay que bailar como si nadie te está mirando... todos miramos...

¡Buen día, Felipe!

Tomó la manía de despertarse media hora antes que suene el despertador... y no solo se despierta sino que pretende que todos los humanos de la casa se levanten también...
Con los ojos cerrados, intentamos llegar a la cocina para suplir nuestra presencia con algo de comida, pero la mayoría de las veces su plato está lleno... es entonces cuando advertimos que la máñana ya empezó... y mucho antes de lo que nosotros hubiéramos querido...
Alguna que otra vez vuelan unas ojotas, que esquiva hábilmente, o lanzamos algún grito en voz baja (para no despertar vecinos) ... sólo logramos que el maullido sólo se aleje un poco... pero se lo sigue escuchando...
Batallas matutinas perdidas...
... después la pelota que rueda hasta la cama o a nuestros pies y Felipe que espera la devolución del pase... o salta a la cama con el moño de papel (su juguete favorito) o se acerca para autoacariciarse con nuestras piernas... y sigue maullando, y ya está...
... lo único que te queda es agarrarlo fuerte y llenarlo de besos.

Regalos

Acabo de comprar una caja de vinos como regalo para mi hermano y su mujer.
No suelo tener mayores problemas con los regalos, porque estoy en contra de regalar cosas que hagan falta.
Prefiero algo que supongo le gustará (o esté seguro) o algo que sorprenda... no me importa que no lo use... y no le pongo una carga emocional exagerada (obvio que no quiero que lo tire 5 segundos despues que se lo doy), por lo que no voy con planteos acerca del poco uso de mi regalo.
Vale decir que tengo el mismo razonamiento para con lo que me regalan... digo, no importa si no me gusta lo que me regalan y es posible que haya cosas que no use (sobre todo ropa) pero agradezco el gesto de haber pensado en que eso me iba a hacer sentir bien... porque para eso son los regalos ¿no?


Eso sí, detestaba que me regalaran medias cuando era chico y yo quería juegos de mesa... por supuesto nunca me regalaron un juego.

Che

He discutido alguna vez acerca de lo que significa el tatuaje del Che. No quiero abrir debate acá acerca del vaciamiento de sentido de la figura política o del homenaje sentido a la causa (ambas pueden explicar el tatuaje) .
Hace unos días escuché en un programa de radio, que un productor se había ido a borrar el tatuaje que se había hecho en su adolescencia... era el tatuaje de Guevara.
Al aire comentaban lo polémico de esas decisiones que uno toma que son "para siempre", y que uno no es conciente de lo que eso significa.
Estoy de acuerdo con eso, despues de 50 años uno ya no es el mismo (en mucho menos, incluso, no lo es). Pero lo que me surgió fue preguntarme:
¿Qué es más triste: llevar esa imagen, aunque no sepas de qué se trata realmente, o borrártela porque no tiene nada que ver con vos?

Tengo una novia que me regala flores...

... y yo las pongo en la única taza que tengo a mano en el trabajo.



Un señor quisiera ser mujer
y una chica quiere ser señor.
Hasta Dios sueña que es un poder.
Y Mariana quiere ser canción.

El centro de todo

Siempre me sorprendo de lo egocéntricos que somos...

Hay un par de razonamientos y actitudes que tienen que ver con esto, que me fastidian...

- Me pasó a mí o a alguien que conozco y eso lo convierte en verdad universal : Es el típico mensaje mediático de "Me robaron en la calle, con esta inseguridad no se puede vivir"; "A un vecino lo robaron el otro día, no se puede andar por la calle"...
Todo lo que no nos involucra lo ninguneamos o lo minimizamos. Siempre lo más importante o urgente es lo que nos tiene a nosotros en el medio. Y si me pasó a mí... es la posta.

- Yo tengo una mejor : Reconozco que esta puede ser más inconciente, y sin maldad... se dan en conversaciones en que A le cuenta algo a B y B siente la necesidad de contar algo parecido a lo que contó A pero que la involucra a ella. Por ejemplo A le comenta que compró un perrito y es hermoso y simpático; acto seguido B dice "Ah, que lindo... ¿vos sab{es que yo tenía uno así? se hacía el muertito..."
Lo peligroso es cuando ante esa respuesta, A sube la apuesta y suma un comentario similar al de B, es entonces cuando tenés la confirmación que no es un diálogo, sino dos monólogos marchando de la mano.

Que no falte la luz

En otro momento escribiré mi crítica a las empresas privatizadas, pero ahora quería compartir unas máximas de Sarita en estas 8 horas sin luz, y con un calor poco más que agobiante...

Crisis Mundial : "... lo del Citibanko (sic) yo lo sabía apenas pasó todo esto del mundo...vas a ver... se hace el corralito mundial...".

Meteorología : "... yo traje el paraguas, porque no pronosticaron lluvia..." .

Política Internacional : "... a este negrito que subió ahora lo embromaron, va a ser un Kennedy... Bin Laden ya le mandó un ultimátum..." .

Salud : " lo único que limpia el hígado es el agua de perro: agua caliente con limón... el resto no hace nada..." .

No más palabras, señor Juez.

Señor colectivero

Puedo entender que no te importemos mucho quienes viajamos con vos... y que por eso aceleres y desaceleres como si estuvieras solo en el universo...
Puedo entender que tu daltonismo no te permita esclarecer cuándo es el momento en que el semáforo te da el paso...
Me cuesta pero podría entender que a ese escote prominente lo esperes 24 minutos y que a ese muchacho de piel oscura no le abras la puerta en la parada...

Puedo entender que no sepas que a la noche o en los días de lluvia tenés que parar en todas las esquinas...
Pero hay algo que no entiendo... ¿Cómo se te ocurre pasar y no parar en la parada, a pesar que hay personas casi en la mitad de la calle moviendo el brazo y la mano como si despidieran a un famillar en Ezeiza?
Y otra... ¿Por qué corno, cuando se rompe la fucking máquina, no subís más pasajeros? Es un servicio, loco, si se rompe es problema de los dueños no mío...

Vecinos

Lucía: (casi gritando con tono meloso) Pablo... Pablín... querido... ya está la cena, querido... Pablo... Amor...
Pablo: (Gritando, desde más lejos) Loca, me tenés podrido... Un día te voy a tirar por el balcón y se va a terminar esto.
Lucía: (manteniendo su tono) Pabli, está la cena servida... ¿vos sabés que las papas aumentaron?

Debería haber empezado con la aclaración que esta clase de diálogos se escuchan en mi departamento casi todas las noches y muchas veces después de las 0 hs.
La cocina de estos dos desequilibrados está a 2 metros de mi habitación por lo que se imaginarán que así haga 35º o -12º, las ventanas tienen que estar cerradas.
Esto de vivir en edificios tan amontonados tienen ése que se yo ¿viste?

Anécdota prestada *

El puesto de arquero es claramente el más ingrato en el fútbol.
Un error del portero puede llevar a la derrota más humillante o, en un penal atajado, suele culparse a la inoperancia del circunstancial pateador.
De todas maneras allí estaba yo. Haciendo frente a la historia del puesto con la frente bien alta, el pecho inflado y la mirada en una rubia voluptuosa de 3º3ª que caminaba cerca del área chica, ignorándome perfectamente.
El grito de Fernández, mi ocacional defensor estrella, llamó la atención de la rubia y un segundo más tarde de lo debido, mi propia atención.
La pelota venía hacia mi posición. Era mi momento. Era la dignificación de una especie en extinsión, que son los arqueros, pero también era hacer notar mi existencia a la tetona de 3º. Enfrente mío, mi rival, mi antagonista, el que podía arruinar mis planes y, vaya paradoja del destino, el mismo que me podía hacer lucir frente al universo. Porque con mi movimiento nacía un nuevo Javier, un referente en el área y en la vida.
Y me arriesgué, porque ahí se jugaba mi destino, ahí empezaba a hacerme dueño de mi vida. Porque la rubia, mis compañeros y los adversarios notarían mi presencia para siempre.
Y ahí fuí, me arrojé. Demostrando un gesto técnico notable puse mi cuerpo horizontal, apoyando el hombro y el codo izquierdo, con las manos bien abiertas y seguras para tomar la pelota.
El cholo con mirada fija y actitud inquietante venía en feroz carrera. Por un momento dudé que llegara antes el hábil delantero y punteara el balón para hacerlo retozar en el fondo de la red. Pero yo estaba allí para impedirlo. Mi orgullo y dignidad estaban en esa pelota, mi vida entera iba rodando y picando a mis manos. Y sí... lo hice. La pelota llegó mansa a mis manos. Por una vez ganaban los buenos. El final feliz. Hasta Hollywood estaría dispuesto a hacer la remake.
Sin embargo, esa carrera voraz del intrépido adversario no paró sino entre el cuarto y quinto metatarsiano de mi mano derecha.
La vehemencia del cholo en su búsqueda por la redonda provocó un esguince dificil de soportar. Mi grito agudo fue el pefecto cierre para ese escenario, indigno, lleno de risas de todos los presentes... no vi dónde fue a parar la pelota... no quise ver... tampoco si la rubia lo había visto.
Nunca volví al arco, ahora soy un mediocre delantero que de vez en cuando hago algún gol de rebote.


* Anécdota de un compañero y que yo aggiorné. Le tetona es una personaje ficticio, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

Incompleto

Sarita tiene muchas particularidades, una de ellas es que su relación con la tecnología no termina de ser satisfactoria...
Obviamente tiene celular y casilla de correo electrónico... el problema es que le cuesta entender que tanto en el celular como en la computadora tiene la posibilidad de mover la pantalla si es que el mensaje lo requiere... digo, puede ir para abajo si el sms es largo... o correr la barra lateral hasta llegar al final del correo...
Entonces se la escucha insultar a quien le manda un mail sin terminar... o un sms que no tiene sentido...
"No sé para qué mandan, si no saben".
Para colmo ahora se le dió por participar en un juego por sms, creo que del programa de Susana Gimenez... lo que sé es que recibe preguntas del tipo: "¿Cómo se llama la actriz de Los Exitosos...?" o "Te ganas el auto si decís cómo se llama...", entonces, no solo tiene que adivinar la respuesta, sino tiene que adivinar la pregunta... así no se puede.

La radio (Actualizado para ver si se escucha)

¿Que por qué me gusta?
Porque se pueden hacer/escuchar estas cosas...





Argentina al diván

Descargarlo

Hoy estoy...

... más laberíntico que de costumbre...

Saludando gente

No nací en Buenos Aires pero hace muchos años que vivo aquí... y aunque sea más de aquí que de allá, a Charata siempre estoy volviendo... literalmente, incluso.
Una tarde porteña me crucé con una cara conocida... inmediatamente la reconocí charatense... (cuando encontrás en un ámbito extraño algo que conocés te alegrás)(le pasa a los exiliados con el tango).
Se me iluminó el rostro... apareció mi reacia sonrisa... había alguien allí con quien tenía conexión... él no sonrió pero me devolvió el gesto de saludo... mientras, nos alejábamos sabiendo nuestro secreto... sabíamos perfectamente que el resto de esa multitud no sabía que nosotros veníamos de ese pequeño lugar alejado de casi todo... y que por esas cuestiones del destino... compartíamos ese espacio, justo en ese tiempo...

A los pocos segundos del encuentro me di cuenta que el infeliz que había cruzado recién era un idiota que nunca me banqué, un típico hijo rico y poderoso que se cree dueño del pueblo (bueno, casi que lo es) y que tiene la ostentación, la vanalidad y el desparpajo de quien se sabe intocable...
... y yo, que lo detesto, lo había saludado amigablemente... tuve el reflejo de volver y explicarle que no sabía quién era cuando lo saludé y le sonreí... pero miré... y no era como la calle céntrica de aquel pueblo... era una muy de Buenos Aires... así que la multitud se lo llevó para algún lado, lejos de todo.

Counting Crows


No sé qué hice que borré este post... bueno... está el video y los comentarios... las otras cosas geniales que había escrito no están... y bue...

Cartelitos

Éste es un flajelo que sólo encontré en los super chinos.
Te cobran el frío!!!
No quiero caer en el discurso de las cucarachas, de que cortan la luz por las noches y no sé qué otras cosas más...
Pero esto me saca... ¿Por qué me cobran el frío?
¿Por qué en los fiambres, carnes o lácteos no hay este cartel también? ¿Acaso no dan frío también?
¿Qué es lo próximo? ¿Que me cobren entrada por la luz que se gasta?, ¿0.10cvos el carrito?
¿Por qué, Señor Lee?¿Por qué?

¿Qué día es hoy? ¿Me puedo reír?

No soy yo justamente una persona que se anda riendo por la vida... más de una vez me han acusado de amargo y esas cosas...
Pero de todas maneras, río...
Sarita hablando por teléfono (vaya a saber uno con quién):

-... jajaja... ay, no, es viernes, los viernes no se tiene que reir... no, no sé, pero es así.

Esto me hizo acordar una frase que de pequeño escuchaba decir a mi abuela y/o a su hermana ante la carcajada interminable e imparable mía o de mi hermano...

- No se rían tanto que el que ríe Jueves, llora el viernes*

¿Qué onda con esta gente? ¿Qué les enseñaron cuando eran chicos? ¿Por qué cagar el momento gracioso con semejante bajón? ¿Me rodeo de gente bajoneante?
Después, acúsenme de amargo a mí...


* Mi recuerdo no es preciso con el día, puede ser viernes y sábado quizás... la cosa es que si reís hoy, mañana llorarás muejeje

Un boludo más

Un flaco, con bicicleta en mano, trataba de despertarla.
Ella, joven, mugrienta, estaba sentada al costado de una vidriera muy dormida, casi inconciente, con sus piernas derechas y el torzo hacia un costado... no podía despertarse.
La imagen era tremenda... Cualquier persona en situación de calle me genera tristeza, pero ella... jovencita... mujer... parecía tan vulnerable.
Caminé hasta la esquina... buscaba un policía... no se me ocurría otra cosa para hacer... supuse que el oficial sabría... Caminé...
Insólitamente, en terrenos inseguros y caceroleros como Caballito, no había ninguno en las dos cuadras que busqué.
Volví a pasar por la esquina (no me acerqué)... el ciclista no estaba más... ella estaba sentada, bien sentada, con las manos en la cara... hacía un esfuerzo por quedarse despierta... yo seguí mi camino a casa.
Me dí cuenta que no sé actuar en una situación así...
Me dí cuenta que no soy muy diferente a los/las miles que pasaban por ahí como si nada pasara...

Creyente por conveniencia

Fui criado en una familia católica apostólica y supongo, también romana. La educación siempre fue muy católica, sumamente apostólica y no tanto romana... pero... con los años... míos y de la iglesia... me fuí alejando.
Ya estoy grandecito y ya no creo en la institución (más bien la detesto) y todavía estoy conversando conmigo mismo acerca de si creo o no en Dios...
Pero tantos años de miedo y culpa aprehendidos por la religión no me iban a ser en vano...
Muchas veces (no tantas, pero para un relato sirve la exageración) sueño que estoy por morir, o me creo en peligro de muerte... y cuando en el sueño noto eso, presiento el fin... rezo...
Sí sí... el tipo se quiere asegurar el paraíso... una conversión de último momento... como para cuando haga el chek-in allá arriba pueda decir "El tren ése me agarró cuando estaba rezando, vos lo viste".

Farsante

Sarita (nombre ficticio para preservar su identidad) tenía una cena familiar. Le pidió a la señora que le limpia la casa que le hiciera knishes para llevar a esa cena...
Por lo que pude escuchar en los llamados telefónicos que hizo Sarita, la comida tuvo éxito... un comensal solo atinó a decir que le faltaba cebolla, pero en general no hubo más que felicitaciones...
Sarita, lejos de aclarar el origen de los knishes, se hizo cargo del éxito... "La primera vez que los hago en 65 años, no está nada mal"...
Cuando Sarita habló con la verdadera cocinera ocacional (para colmo, habló para decirle que tiene que hacer más para la semana próxima), el inconciente hizo lo suyo... "Sí, me ... ehm... te felicitaron por la comida".
No hagan esto en sus casas.

¿Qué hora querés que sea?

Ok... entiendo que la decisión de cambiar la hora (para colmo) en una parte del país, es polémica... hincha las pelotas... te da sueño... te pone violento...
Pero no me banco el razonamiento "Ahora son las 11, pero en realidad son las 10"... o... "son las 10 reales".
Señores, la hora es una convención, es la hora que nos ponemos de acuerdo que sea... no hay hora real o ficticia... Originalmente no sé que hora será... porque en los orígenes no había relojes...
Ahora nos obligan a que sean las 11, serán las 11... pero eso de en realidad me rompe soberanamente la paciencia. He dicho.

El tema de la bolsa

Sé que no entiendo nada del tema... pero no puedo evitar el pensamiento...
Que bajen las bolsas implica que hay pérdidas millonarias...
Ahora bien... si hay pérdidas quiere decir que hay alguien que tiene ganancias ¿no?
Digo, la plata está... alguien la pierde... pero otro la tiene que ganar... porque la plata está... mhh... yo dije que no sabía nada del tema.

Color a viejo

Hay colores que me gustan más o menos...

Pero en la ropa o en las zapatillas me gusta el color usado... el color a viejo... el color casi impoluto, virgen de uso me incomoda... esa remera que era verde ahora es mucho más linda... es casi gris... casi blanca... tiene color a viejo, no sé.

Estos drogadictos de mierda...

Un amigo alemán escribió algo sobre García, y me hizo pensar este posteo.
Charly y Diego, son dos persona/je/s que generan discusiones, en las que hago el intento de no participar... porque me parece que las críticas acerca de las adicciones, errores e incoherencias de ambos son inconducentes y no son más que proyecciones, envidiosas y/o indignas, personales.
Tampoco soporto a los adulones insoportables que los creen dioses...
Son personas, tan incoherentes, tan enfermas, tan humanas como cualquiera... el único y pequeño detalle, es que su producción nos humilla... nos deja mal parados... nos expone en nuestra pequeñez... y eso, siempre incomoda.






(Increiblemente, la caricatura es de un
diario... claro, brasilero).

¿En qué planeta vivís?

Los que cocinan en los canales de cable me sacan...

- ¿Cómo corno se supone que voy a saber cuándo son 180º?, si la cocina apenas tiene las manijitas y todas despintadas... que hasta dudo a qué hornalla pertenecen.

- ¿Dónde corno se supone que compré ese pepino anaranjado con gusto a kiwi con el que el señor hizo un postre helado? Es "re fácil de hacer"... mientras te vayas a un supermercado chino de Mali a conseguir el producto.

-Señora, por más que me lo muestre en cámara lenta, LA MASA NO ME QUEDA ASÍ!!!!!

- "Ay, este vino es perfecto para el plato que preparó Federico", ¿hubieras dicho si no lo fuera? No me mientas más.

- Oiga, señor, yo quiero comer, muy bonito el plato, muchos colores, muy sano todo... pero con un bocado lo termino... no sea ridículo.

Preparan platos minúscolos a precios exorbitantes, y con cosas inconseguibles... ¿en qué barrio viven?

Sólo sé, que no sé qué sé...

Puede ser que suene a cuestionamientos pseudoprofundoscomoparalevantarminitas pero la verdad es que no es eso (igual si alguna está interesada manden mail con foto a quesoloytristeestoy@hotmail.com).

El otro día le pregunté a mi
novia "¿Qué es lo que hago yo únicamente?"... después de el chiste fácil de romper las pelotas o roncar... le expliqué que la pregunta casi retórica se refería a aquello que me hace único, aquello que si yo me muero, nadie lo podría hacer.

Y claro, llegamos a la conclusión que todos somos prescindibles. Una vez muertos, seremos recordados quizás, pero el mundo seguirá girando igual que si se muere alguna pulga en un circo en Nueva Delhi (el mercado circense funciona muy bien en India)(Claro, quien lo hubiera puesto en duda).

Y ayer msneando con Ceci, ante mi afirmación que era fácil dejar a un tipo, es solo cuestión de humillarlo... ella dijo "mirá como sabe Rol"... entonces yo le iba a decir que no, que no sé nada, que me salió eso, que creo eso, que quizás me pasó y supongo que debe funcionar así la cosa para todos... pero no, callé... me hice el interesante... me mentí un poco a mi mismo... total si 27 minutos después de mi asuencia nadie me va a necesitar, por lo menos en mi presencia voy a hacerme el importante.