La escena no es una rareza (lamentablemente).
Es él o ella hablando por celular en un medio de transporte público. Compartiendo su vida con el resto de los ocacionales compañeros de ruta.
Si a esta situación le sumamos que dicho transporte está atiborrado de gente, y que el chofer está de mal humor (y lo hace notar con sus palabras, y peor aún, con sus maniobras), escucharlo/la hablar con un/a amigo/a como si estuviera sentado/a en el living de su casa, como mínimo es exasperante.
Ustedes me podrán acusar de intolerante... yo he de asentir con culpa, pero no claudico en mi esperanza de arrebatarle el moderno aparatejo comunicador y arrojarlo hacia las irregulares calles porteñas.
He de decir que todavía manejo mi ira de manera burguesa y civilizada así que no tengo el coraje de resolver ese conflicto mediante la violencia... pero también es verdad que el último muchacho que me hizo pasar por eso me la hizo dificil:
- le comentó a su amigo acerca de su cambio de forma de actuar siguiendo su consejo (el de su amigo), e incluso en relación con su padre (el suyo, no el de su amigo);
- llamó a una amiga (que claramente le gusta) para saber cómo estaba (¿?);
- invitó a otra a una fiesta para el viernes siguiente;
- le cantó el feliz cumpleaños (entero!!!)(Las dos versiones!!!)(enteras!!!!)(A mí me da vergüenza cantarlas en mi casa, imaginense en un bondi), a alguien, que perturbado como estaba, no pude dilucidar el parentezco.
A las pocas cuadras el muchacho se bajó y creo que hubo una mirada cómplice entre todos los que nos quedamos en el colectivo, como apoyándonos, dándonos fuerzas... lo peor ya había pasado.
Es él o ella hablando por celular en un medio de transporte público. Compartiendo su vida con el resto de los ocacionales compañeros de ruta.
Si a esta situación le sumamos que dicho transporte está atiborrado de gente, y que el chofer está de mal humor (y lo hace notar con sus palabras, y peor aún, con sus maniobras), escucharlo/la hablar con un/a amigo/a como si estuviera sentado/a en el living de su casa, como mínimo es exasperante.
Ustedes me podrán acusar de intolerante... yo he de asentir con culpa, pero no claudico en mi esperanza de arrebatarle el moderno aparatejo comunicador y arrojarlo hacia las irregulares calles porteñas.
He de decir que todavía manejo mi ira de manera burguesa y civilizada así que no tengo el coraje de resolver ese conflicto mediante la violencia... pero también es verdad que el último muchacho que me hizo pasar por eso me la hizo dificil:
- le comentó a su amigo acerca de su cambio de forma de actuar siguiendo su consejo (el de su amigo), e incluso en relación con su padre (el suyo, no el de su amigo);
- llamó a una amiga (que claramente le gusta) para saber cómo estaba (¿?);
- invitó a otra a una fiesta para el viernes siguiente;
- le cantó el feliz cumpleaños (entero!!!)(Las dos versiones!!!)(enteras!!!!)(A mí me da vergüenza cantarlas en mi casa, imaginense en un bondi), a alguien, que perturbado como estaba, no pude dilucidar el parentezco.
A las pocas cuadras el muchacho se bajó y creo que hubo una mirada cómplice entre todos los que nos quedamos en el colectivo, como apoyándonos, dándonos fuerzas... lo peor ya había pasado.
3 comentarios:
JUAAASSSSS!!!
Pero cómo se le ocurre cantarle el Feliz Cumpleaños???
Yo, cuando he de hacerlo, sólo atino a mover los labios...
Mmmm raro... me suena a "mirenme, mirenme!! tengo vida social!!" XD
Saludos
jajajajjajajajajajja =)
Siempre odié la gente que grita cuando habla por celulares... y no me agrada enterarme de cosas personales de otro que habla a los gritos por celular un lunes a la mañana a las siete en el bondi... seré también intolerante?
Publicar un comentario